El efecto de la claridad surge de contestar a la pregunta:
¿Cuál es la contribución más valiosa que puedo hacer?
Mientras más claro tengas lo que te gusta y lo que no, lo que eres y quieres, mucho mayor será tu contribución en cualquier cosa que hagas en la vida. Mientras más claras sean tus metas, mayor será el progreso que puedas lograr en lo que te propongas. Por el hecho de que cuando te enfocas en la contribución más valiosa siempre encuentras esas pocas causas que tienen serias consecuencias en el resultado que buscas. Aquí radica el potencial de la claridad porque ayuda a establecer claramente esos pocos factores o causas que debes atender para realizar tu contribución más valiosa. Los líderes minimalistas pasan la mayor parte del tiempo sólo en actividades que agregan valor, se enfocan en todas esas cosas que tienen impacto o que tendrían consecuencias cruciales si las dejarán de hacer. Y desatienden todo aquello que, si dejan de lado, prácticamente, no tendría ninguna consecuencia significativa. Únicamente atienden lo que tiene mayor peso.
Cuando piensas de esta manera, decides entonces elegir lo mejor y estas decisiones determinan las acciones que ejecutas. Lo cual termina influenciando y agregando valor al resultado final. Por esta razón, aumentar la probabilidad de que algo acurra depende de uno mismo, y puede ser inducido si tenemos claro cuál es la contribución más valiosa que podemos aportar en cada situación. Haz todo aquello que aumente tus probabilidades, pero no te extiendas demasiado… solamente acótalo a esas pocas causas que realmente tienen las mayores consecuencias en lo que quieres lograr. Alcanzar tus objetivos es predecible, pero es necesario tener claridad para saber hacia dónde vas.
Las acciones tienen consecuencias, pero sólo en unas pocas se concentra el mayor impacto y, por lo tanto, mientras mayor sea la consecuencia de tal acción mayor será el avance.
El objetivo de la claridad es asegurar que nuestra atención y energía esté invertida en sólo las actividades más importantes, aquellas que agregan mayor valor al resultado. Si tienes claro lo que quieres lograr o resolver, puedes entonces establecer los factores de mayor relevancia que, si los atiendes y te concentras solamente en ellos avanzarás increíblemente rápido.
Tener claro hacia dónde vas y los pasos que tienes que dar, hace que tu concentración genere frutos porque haces sólo unas cuantas cosas de alto impacto que intencionadamente producen el resultado que buscas. Cuando tienes claro lo que haces y el porqué lo haces, trabajas más motivado, con más seguridad y confianza en ti mismo… pero lo mejor de todo es, que siempre progresas. Cuando tu dirección es clara todas tus acciones en el corto plazo contribuyen en el largo plazo a tus metas. Lo mismo sucede cuando trabajas en equipo, si la dirección es clara las acciones en el corto plazo de todos los miembros contribuyen en el largo plazo con los objetivos planeados. Y esto es liderazgo, pues las actividades focalizadas de cada persona en la mejor contribución individual contribuyen en el resultado grupal, logrando que, el resultado final sea mayor que la simple suma de sus aportes individuales. Esto se fundamenta en el principio que, si usamos nuestro tiempo y energía en las actividades correctas, el resultado es mayor que la suma individual de sus partes. Es por ello que, si consideramos que el mínimo requerido para formar un equipo es de 2 personas, resulta que, la suma de 1+1>2 porque el trabajo en equipo bien direccionado de 2 personas al sumarlo siempre dará un resultado mayor por el impacto que se crea. Es decir, aparentemente 1 paso de cada individuo al sumarlos debería resultar en 2 pasos, pero sorprendentemente, el trabajo en equipo hace que el resultado sea algo mayor a 2. Ahora si aumentamos el número de miembros en un equipo, el impacto aún será más significativo porque se crea un resultado creciente y exponencial (no-lineal). El liderazgo comienza con uno mismo, pero su impacto se incrementa notablemente cuando se extiende al liderazgo grupal, social, global… sobre todo cuando queremos resolver problemas en común. La clave está en focalizar nuestro tiempo y energía en lo que realmente agrega valor, y en este aspecto, la claridad juega un papel fundamental.
Podemos gastar nuestro tiempo y energía en muchas cosas, PERO si usamos nuestro tiempo y energía sólo en las tareas importantes, alcanzaremos nuestro punto de contribución más alto ya sea de forma individual y/o en equipo.
Enfocar la atención en donde debe ir es algo importante, pero primero es necesario tener claridad en QUÉ deseamos poner dicho enfoque y concentración… cuál es esa luz que seguiremos.
L.Mn.