Los viajes son como la vida, no
necesariamente cansan ni es tampoco una cualidad natural, lo que nos agota es
la manera en que viajamos o vivimos. La vida no es mala por naturaleza, no está
diseñada para eso, sino todo lo contrario. La vida está hecha para disfrutarse,
así como los viajes, sólo hay que viajar ligero de equipaje. Ahí radica
el dilema del cómo lo enfocas, de hacia dónde miras, qué ocupa tu tiempo y
atención; la forma en que estás viviendo, viajando… La esencia de la vida no es
el sufrimiento, éste es solamente un contraste, la esencia de la vida es
disfrutar el viaje de vivir.
No
soy el tipo de escritor que te promete que serás rico y tendrás cero problemas…
sino el tipo de persona que trata de influenciar en ti el concepto de riqueza,
pues puedes ser rico con una vida miserable o no serlo pero tener una gran
vida. Por supuesto hablo de lo económico y este cuestionamiento es
contradictorio. Lo que trato de persuadirte, es sobre cuestionar el estatus
quo. Y aquí es donde comienzan los cuestionamientos que intento inspirar en
otros, el verdadero concepto de riqueza no solamente es económico, es un tema
más profundo que incluye más componentes… por eso, nos encontramos con personas
que sin tener mucho son felices y otros que llevan una vida vacía pero tienen
los bolsillos llenos. El dinero es útil pero no lo es todo cuando se trata de
vivir disfrutando el viaje. Tomás de Kempis dijo: aquellos que son llevados
por la gracia de Dios, viajan ligeros de equipaje. Sea quién sea que haya
creado el mundo, independientemente de las creencias de cada persona, el mundo
no fue creado para vivir sufriendo. Al igual que cuando vas de viaje, el
objetivo no es pasarla mal. Lo que es un hecho y vale la pena mencionar es, que
siempre se viaja mejor cuando va uno ligero de equipaje.
De manera análoga, para llegar a esta conclusión es necesario despojar la mente progresivamente de una serie de creencias como si fueran prendas de tu armario o como si quitaras de tu maleta todo aquello innecesario. Viajar ligero… comenzando con perder el miedo a perder. En cualquier momento las condiciones de vida cambian, los amores se acaban, los lugares y la gente cambian, el dinero se pierde, las pertenencias podrían extraviarse en algún aeropuerto, etc. Pero si viajas ligero, nacerán nuevos sueños, encontrarás nuevas formas de conseguir fortuna y maneras increíbles de vivir que nunca habías imaginado. Sacar de tu equipaje el miedo a perder significa viajar ligero. Lo mismo también deberíamos hacer con las cosas de nuestra maleta, pocos notarán que usamos las camisetas y los pantalones dos veces. Hay muchas cosas que no necesitas llevar contigo, considera que, a donde vayas habrá toallas, jabón, champú y papel higiénico… también habrá nuevos amigos que hacer, etc.
Es inútil llevar consigo muchas cosas porque todo cambia: las emociones, las modas, las palabras, incluso las creencias y la realidad producto de éstas.
Si decides viajar ligero tienes
que establecer reglas simples y seguirlas, no para complicar tu vida sino todo
lo contrario. Es una manera de enfrentar la complejidad del mundo actual y de
un futuro metacomplejamente inminente. Las reglas simplifican y la
simplificación produce claridad mental. Ahora, que el mundo es complejo, se
impone la simplificación como un medio para vivir mejor. Pues vivir ligero
produce una visión más nítida y permite disfrutar el viaje dentro de un mundo
complejo.
¿Por qué?
Al igual que la maleta de mano,
la simplificación revela lo superfluo y lo elimina porque en una maleta
pequeña no cabe lo superficial. Por ejemplo, cuando tienes que llevar
contigo una cantidad limitada de ropa, piensas en las prendas imprescindibles y
no en las superfluas. Piensas en las que son intercambiables, la camiseta que
puede ser enrollada, la chamarra de doble vista, los colores que siempre quedan
bien. Lo imprescindible, lo que realmente nos gusta… en una maleta de mano
entra solamente lo que de verdad necesitamos y queremos. La maleta de mano
significa adoptar un estilo de vida más fácil, con reglas simples y útiles que
nos eviten sobreanalizar la vida. Así no se pierde mucho tiempo en elegir
lo que usaremos o en tomar decisiones en nuestro día a día. Todo lo que
abarrota la vida ya está fuera de esa maleta porque tienes claro lo que no
quieres y llevas contigo lo que realmente importa. Reglas concretas que
componen la carga mínima de la maleta perfecta. Es la maleta hecha a la medida
para cada LíderMinimalista que responde a ciertos requisitos porque un gran
viajero lleva siempre una maleta pequeña… La maleta de mano refleja lo que
realmente importa: más sustancia que forma, más realidad que apariencia, menos
peso innecesario para viajar más ligero de equipaje.
No importa cómo es la maleta
cuando está cerrada, lo que importa es cuando la abres, lo que importa es lo
que llevas dentro… las personas y las cosas importantes.
L.Mn.