Gestión de la energía: Hábitos Saludables

Necesitamos poner más atención en nuestro consumo personal de energía, en la estrategia para recargarnos de energía y en cómo gestionar el entorno energético personal. Existen cinco pilares en los cuáles podemos sostener una estructura energética saludable:

1)    Hábitos saludables.

2)    Vivir con propósito.

3)    Interconectividad social.

4)    Consciencia.

5)    Resiliencia. 

Estos cinco pilares están intrínsecamente relacionados y, trabajar en ellos paralelamente implica gestionar la energía para proveernos del mayor impacto de vitalidad. Así que incrementar cada uno de ellos significa no solamente elevar nuestro nivel de energía sino también optimizar nuestro rendimiento físico y mental.

Los hábitos saludables son lo primero… la salud es la base de todo lo demás. Cuidar la salud es crítico para mantener buenos niveles de vitalidad todos los días. Cuando nos enfocamos en tener hábitos tales como comer balanceado, hacer ejercicio y descansar bien, nuestro cuerpo funciona mejor y esto nos permite tener suficiente energía y recuperarla rápidamente. Al mismo tiempo que logramos combatir el estrés y gozar de un mejor estado de ánimo. La buena alimentación, el ejercicio y el descanso mejoran nuestra habilidad para almacenar, recargar y optimizar el uso de nuestra energía física y mental. Impactando positivamente nuestra vida en casa, en el trabajo, en la vida social, familiar, etc. 

Llevar un estilo de vida saludable es indudablemente una de las mejores decisiones que podemos tomar en la vida. Así que la salud es prioridad #UNO, lo cual implica tener hábitos saludables para tener las herramientas más útiles para vivir mejor, sobre todo si se trata de disminuir los niveles de estrés y el efecto negativo que tiene en el bienestar físico, mental y emocional; que ya ha sido comprado por la ciencia. Sí, es verdad, el trabajo produce estrés y a veces mucho. Niveles tóxicos de estrés afectan el sueño, la concentración, la alimentación y el estado de ánimo de las personas, incluso el sistema inmune. En resumidas cuentas, deteriora la SALUD.  

No podemos avanzar en nuestros objetivos personales si NO tenemos suficiente energía, y, mucho menos contaremos con energía si NO integramos en nuestro estilo de vida hábitos de salud. La base fundamental para gestionar adecuadamente nuestra energía inicia con nuestra mentalidad y nuestros hábitos de salud. Como lo mencionamos anteriormente, los efectos negativos relacionados al trabajo y al estrés son algo muy común en la vida de muchas personas, así que para reducirlo o mitigarlo podríamos considerar las siguientes estrategias en nuestro estilo de vida:

1)    Desconectarse del trabajo al momento de terminar de trabajar… es decir, dejar el trabajo en el trabajo, y ya, punto. Pues separar las horas de trabajo de las horas no laborales es elemental. Al hacerlo, está comprobado, que la gente logra mejores niveles de satisfacción, emocionalmente es más estable, y, sobre todo, duerme mejor. Algunas formas para desconectar la mente del trabajo son practicar yoga, meditar, salir a correr, tener hobbies, etc.

2)    Descansar bien es super importante… una mente estresada y con ansiedad conduce al insomnio. No dormir bien produce mal humor, problemas de concentración, menos energía e intranquilidad. El cuerpo y la mente necesitan descanso, es algo definitivamente natural.

3)    Comer balanceado es clave para el buen funcionamiento del cuerpo y la mente. Sí, es correcto, no solamente el cuerpo se nutre sino también el cerebro. Un cerebro sano requiere de buenos nutrientes, de energía.

4)    El ejercicio es tan sagrado como la buena alimentación. Es un ingrediente esencial para el buen ánimo y la salud, ya que es el responsable de la liberación de dopamina y endorfinas, ambas nos brindan sensación de placer y felicidad.   

Recordemos que todo lo anterior mejora la manera en que recargamos nuestros niveles energéticos… y nos permite transformar lo ordinario en algo extraordinario: en una buena SALUD.

L.Mn.