El verdadero éxito proviene de tu capacidad para dominar el ego. No te obsesiones contigo mismo ni con buscar obsesivamente el reconocimiento, pues el ego desvía a las personas del camino correcto que los conduce a lograr sus metas más importantes en la vida. Sin duda alguna es muy agradable esa emoción que se siente al ser elogiado porque es una vibración interna que te hace sentir especial, pero curiosamente esto distrae tu concentración impidiéndote pensar con claridad, lo que indirectamente afecta el cumplimiento de tus metas. Es mejor ser humildes y pensar menos en nuestro ego proveniente de nuestras aspiraciones y éxitos pasados en la vida. Es mejor mantener la concentración en nuestras aspiraciones, la humildad en nuestros logros y la fortaleza en los fracasos durante la vida. Debemos dominarlo porque el ego influye en nuestros pensamientos y, por consiguiente, en las decisiones que tomamos y en nuestras acciones. No debemos dejar que el ego se convierta en una sensación de superioridad que nos desvíe de nuestras metas, y que la arrogancia termine opacando nuestro talento y mermando nuestra relación con los demás. Es donde la autoconfianza se infla y se convierte en arrogancia, distorsionando nuestra propia realidad, es entonces aquí cuando comenzamos a afectar negativamente nuestro entorno, a perder oportunidades y personas importantes en nuestra vida. Si no hacemos algo, el ego nos termina destruyendo algunas veces lento y otras veces muy rápido. El ego es el enemigo de tus propósitos, le roba sentido a tu vida, y te aleja de la oportunidad de convertir tus pasiones en realidad.
Las personas verdaderamente exitosas dominan al ego y a todas las tentaciones que este intenta imponerles para desviarles de su verdadero destino, entienden claramente que están en este mundo para dejar un legado. Además, el contacto constante con el entorno y las relaciones saludables son un hábito que define a la gente exitosa, reconocen que el mundo está lleno de ideas maravillosas, dominan el ego y no se cierran, porque saben que es el camino de mayor impacto para concretar sus ideas con el fin de dejar su legado mediante las acciones. Esta es la clave, actuar para crear y cambiar tu propia realidad, influir en tu destino.
No confundas el éxito con el hecho de tener más que otros. El éxito proviene de lograr la mejor versión de ti mismo como individuo, de ser auténtico y ser tan bueno como sea posible en lo que has elegido ser en la vida, dejando a un lado el ego, viviendo con simplicidad y sencillez. No quieras aplastar a los demás, ni mucho menos sacrifiques tus valores y principios sólo por obtener lo que te has propuesto; es mejor tener la conciencia tranquila porque el éxito genuino siempre debe estar en consonancia con tus valores.
Luchar contra el ego es una batalla de todos los días… y debes ganarla.
L.Mn.