Enfoca tu vida eliminando

Comienza a practicar decir NO. Practícalo todos los días una y otra vez, tampoco no se trata de decir NO a todo lo que se te presente, sino el objetivo es empezar a eliminar de manera estratégica y deliberada los dilapidadores de recursos (sobre todo de tiempo). Todo aquello que no es importante, y que incluso, a veces es necesario elegir lo mejor entre lo importante, solamente lo que es clave y vital. Aunque esto implique hacer a un lado buenas oportunidades para poder elegir lo mejor. La idea es enfocar tu vida con la mayor claridad posible para concentrar tu energía en ello. Lo mismo puedes hacer en cualquier circunstancia, simplificas estratégicamente para poner el foco en lo que realmente importa y crear impacto. Así de simple…

Cuando no mantienes tu vida organizada y ordenada, se llena de compromisos y actividades innecesarias, que no agregan valor a nuestra vida o trabajo. Nos volvemos seres muy ocupados, incompletos e improductivos. Los esfuerzos se dispersan haciendo que el avance sea lento y pequeño. Como dice el dicho “el que mucho abarca poco aprieta”. Debes crear el hábito de organizar, simplificar, y ordenar. Limpiar tu visión física y mental, te da claridad y enfoque sobre lo que es esencial, independientemente de la aplicación que le quieras dar (la vida, el trabajo, para resolver problemas, la ropa, etc.). Todo lo que hagas debe generar el mayor valor posible en la misma dirección hacia tus metas, son todas esas actividades o factores que impactan significativamente al resultado que deseas alcanzar. El proceso puede resumirse en cuatro partes:

  1. Organiza todo por prioridad para poder visualizar lo que es necesario de lo que no lo es. Las actividades que agregan valor y las que no.
  2. Simplifica eliminando todo lo que sea innecesario. Elimina el uso de tu energía en tareas triviales. Sólo di NO a todo lo que no sea importante ya sea alguna actividad, persona, reunión o cualquier cosa que no agregue valor. Aunque esto parezca a veces ir en contra de las expectativas sociales, te hará una persona más efectiva. Incluso esto ayuda enormemente a disminuir el ego, el estrés y la presión social.
  3. Ordena y repite el proceso hasta limpiar por completo todo el ruido. Mientras más claro mejor.
  4. Concentra tu energía en los factores que tengan mayor impacto en el resultado. Comprométete con mucha determinación sólo en estos factores, ya que esto representa tu punto de contribución más alto.

Mientras más practiques el proceso de priorizar, simplificar, ordenar y concentrar, menos trabajo te llevará obtener lo que buscas. Simplemente repítelo una y otra vez hasta crear el hábito, así podrás sistematizar muchas cosas de las que hagas en cualquier área de tu vida. Optimizarás tus recursos y lo mejor de todo ¡el tiempo! El fin es hacer menos cosas pero que sean geniales. Aquí es donde menos significa más. Ser más productivo significa hacer menos cosas pero que tengan mayor impacto, que nos hagan eficientes y efectivos en la menor cantidad de tiempo, invirtiendo la menor cantidad de recursos.

La idea central del liderazgo minimalista es que podemos elegir cómo, cuándo y dónde invertir nuestros recursos disponibles para que nos reporten el mejor resultado. En cualquier situación o actividad, realmente, pocas cosas son importantes, muy pocos factores son vitales. Por eso vale la pena encontrar esos pocos vitales que nos permitirán progresar significativamente en la dirección que queremos. Se trata de llevar una vida intencional, eligiendo las mejores opciones para cada situación.

Que te parece si comenzamos y dejamos de hacer esas cosas que detestamos para comenzar a hacer las cosas que amamos; dejar de comprar cosas que no necesitamos para quedarnos sólo con lo que más nos gusta. Dejar de impresionar a gente que nos cae mal y comenzar a impresionar a gente que nos cae muy bien. Dejar a un lado a la gente tóxica para mejor rodearnos de gente positiva que posea valor humano. Que te parece si… comenzamos a vivir una vida más intencional, deliberada y significativa, con solamente un apego, el apego a vivir con propósito, haciendo lo que nos corresponde en este mundo.

L.Mn.