No nos engañemos, el dinero está en relación directa con nuestro entorno y necesidades. Debemos, entonces, darle la importancia que merece, pero no como algo de lo que seamos esclavos sino todo lo contrario. El dinero es una herramienta que debe estar a nuestros pies y no al revés. Si comprendemos lo básico de cómo influye el dinero en nuestras vidas, seremos conscientes de la utilidad que tiene y de cómo ponerla a nuestro servicio. Al economizar magnificamos la utilidad de este, y creamos un estado financiero personal saludable, que, indudablemente, tiene un impacto positivo de mayor o menor proporción en nuestra vida cotidiana. Todo resulta más fácil cuando financieramente estamos sanos. Por eso es importante aprender a gastar el dinero con buen criterio, y es aquí, donde el minimalismo nos deja en ventaja. Muchas veces caemos en el despilfarro o tenemos fugas de dinero porque la mercadotecnia nos atrapa, manipula, entonces nos ciega y gastamos el dinero innecesariamente. Es muy común dejarnos llevar por los impulsos. Vivir frugal, simplificar y poner el foco en lo más importante, es una manera de conservar el dinero a salvo en el bolsillo.
Malgastamos demasiado el dinero en cosas innecesarias, eso es lo que nos vacía los bolsillos, los caprichos, las borracheras, las fiestas en exceso, los vicios, las experiencias fugaces, las cosas perecederas… Llegamos a fin de mes sin dinero o vivimos al día. De verdad, ¿qué no hay algo que podamos hacer? Yo creo que sí. Podemos comenzar por evitar los gastos innecesarios, vivir ligeros y por debajo de nuestras posibilidades. Simplificar nuestra vida a solamente lo que consideremos necesario sería un gran paso. Un estilo de vida frugal donde le pones tu propio estilo, con toda libertad, en base a tus gustos, prioridades y costumbres. Economizar también significa trabajar menos, tener más dinero, más tiempo de calidad, vivir con mayor libertad financiera y, de esta manera, tener una mente despejada, con mayor claridad, enfoque y concentración en tu propósito de vida. Imagina una vida sin prestamos, ni deudas, ni compromisos inútiles… creo que esto, indudablemente, da mayor claridad y enfoque a la mente. El verdadero problema de que hay muchas personas endeudadas se debe a la falta de consciencia, viven por encima de sus posibilidades, entonces, se amargan, pierden foco y propósito. ¡Ya basta!, no gastes más de lo que ingresas a tus bolsillos.
Y por qué no hacerlo mediante el minimalismo, incluso algunos dicen que está de lujo. 🙂
L.Mn.