El dinero no compra la felicidad, pero SÍ ayuda

Los Nobel Angus Deaton y Daniel Kahneman, encontraron que el dinero definitivamente sí importa para la felicidad, pero tiene límites, un límite económico inferior en donde por debajo de este las probabilidades de ser feliz disminuyen notablemente y un límite económico superior en donde por arriba de este no existe gran diferencia o aumento en los niveles de felicidad, incluso, de acuerdo con algunos estudios, por encima de este límite superior la satisfacción personal y la felicidad podrían decrecer. Entonces ¿tener más dinero equivale a ser más feliz o cómo funciona? No precisamente, pero sí se puede concluir que, el dinero no compra la felicidad pero sí te la puede quitar ¿cómo? te la puede quitar porque si vives por debajo del límite inferior tus probabilidades disminuyen, lo cual hasta cierto punto podría sonar obvio, pues si no tienes estabilidad, si te falta el alimento, un techo donde dormir, acceso a educación y servicio médico, difícilmente, tendrás los medios necesarios para ser feliz porque las carencias desenfocan la mente y la distraen, por el simple hecho de que hay prioridades básicas en la vida. Por debajo de esta línea inferior, el caos, las enfermedades, estar solo, y muchas de las desgracias de la vida tienen un impacto negativo mayor. Por otra parte, si no tienes carencias por lo tanto tienes los medios suficientes para ser feliz y es donde el dinero sirve como una herramienta muy útil para tu satisfacción personal. Aunque todo parece indicar que el dinero si es un factor fundamental a la hora de hablar de felicidad, existe un punto superior (máximo) que cuando se sobrepasa, el dinero deja de tener influencia significativa en el incremento de los niveles de satisfacción y felicidad de las personas. Por lo que, más dinero no necesariamente equivale a más satisfacción o felicidad. Este límite superior se ha calculado, al menos para Estados Unidos, en aproximadamente 95 mil dólares por año. Por encima de esta cifra el nivel de felicidad de las personas es independiente del dinero.

“Si se les pregunta a las personas acerca de la relación del dinero con la satisfacción que pueda tener este en su vida, definitivamente, el dinero tiene una influencia importante. Si su ingreso anual sube, su percepción subjetiva aumenta positivamente junto con su nivel de satisfacción, pero tiene un límite”.  

El punto es que el dinero es un arma de doble filo, pues por encima de este límite máximo, el dinero podría arrastrarte a un territorio lleno de infelicidad y de incapacidad para disfrutar los pequeños placeres de la vida. Sobre todo, los más importantes como disfrutar de las relaciones con amigos, las experiencias positivas que se viven durante el día a día, pasar tiempo con la familia, tomar tiempo libre del trabajo, o gozar de una buena salud. Tener más dinero no mejora la capacidad de las personas para enfocarse en estas actividades. El mayor impacto del dinero está en la satisfacción que este produce y en los medios que proporciona, más no asegura la felicidad, porque la felicidad está más intrínsecamente relacionada con las relaciones humanas y las experiencias vividas. En qué y cómo usas el dinero es una cuestión personal.  

En resumen, es verdad que el dinero no compra la felicidad pero sí ayuda y a veces mucho, porque el dinero por sí solo da en mayor o menor medida algo de felicidad y, sobre todo, la carencia de dinero sí te puede quitar la felicidad porque disminuye notablemente tus probabilidades de ser feliz, sentirte pleno, vivir con tranquilidad y satisfacción. El dinero nos aporta estabilidad emocional y material, así como una disminución en nuestros niveles de estrés y ansiedad, nos hace ser más positivos. Sólo hay que recordar que existe un límite y que, por encima de este, su valor e influencia disminuye.  

Pues bueno, una manera de vencer dichos umbrales, para mantenernos en un flujo constante de satisfacción y felicidad personal, es usar el dinero como herramienta para nuestra propia felicidad a través del minimalismo. Debido a que el minimalista asegura evitar vivir por debajo del umbral inferior porque vive una vida esencialista, al mismo tiempo que evita sobrepasar el umbral superior de los excesos porque vive una vida con sentido, enfocándose siempre en lo más importante de la vida. El minimalismo te asegura vivir entre los límites inferior y superior, en un estado de flujo positivo que proporciona satisfacción a tu vida. El minimalismo es una excelente herramienta que aporta tranquilidad, estabilidad económica y emocional. También representa el camino adecuado para llevar una vida plena, seguir tus metas y disfrutar todo el proceso de vivir, así como disfrutar de los grandes y pequeños placeres de la vida. Y por lo tanto, todo lo anterior, impacta positivamente en tus niveles de felicidad.

Aunque no podríamos asegurar que el minimalismo es la fórmula para la felicidad, lo que sí podemos afirmar es que SÍ ofrece una excelente oportunidad para la misma. Ya que las personas con una buena salud financiera y saludables pueden vivir vidas con mayor satisfacción y plenitud, además de disfrutar de estabilidad financiera, tener tiempo libre y control sobre lo que hacen todos los días.

¿No crees que decidir ser minimalista es el primer paso hacia la verdadera riqueza tanto en lo material como en lo NO material? y sobre todo en tiempo…

L.Mn.