No es que las personas no puedan alcanzar el éxito, el verdadero problema es el concepto incorrecto que se tiene sobre este. Uno de los errores más comunes es que relacionamos el éxito con el dinero, las posesiones, el poder y el estatus social. El éxito no se alcanza con poseer algo, ni con la satisfacción temporal que esto produce. Aunque muchas personas equiparan el éxito con lo que poseen, también muchas otras lo relacionan con lo que no poseen por el simple hecho de querer lo que no tienen.
Probablemente el error más común es igualar ser una persona exitosa con la acumulación de dinero. Indudablemente el dinero es una herramienta muy útil para hacer muchas cosas, pero lamentablemente la riqueza monetaria por sí sola no produce satisfacciones suficientemente poderosas y duraderas que te conviertan en una persona exitosa. Incluso existen análisis formales que indican que el dinero después de cierto punto deja de tener importancia, como lo han señalado los premios nobel Angus Deaton y Daniel Kahneman. Es en este punto donde el éxito se convierte en un factor clave e independiente del dinero, el éxito personal es lo que realmente hace la diferencia en la vida de las personas. La buena noticia es que el éxito es accesible para todos. Por lo tanto, el éxito se convierte en un tema clave para todas las personas, con el fin de evitar emociones inestables producto de la incertidumbre al cambio y a la dinámica del mundo actual.
El éxito radica en lo que no es transitorio. Radica en tu propósito de vida y en el impacto que puedas tener en los demás, porque eso está conectado con tu desarrollo como ser humano, con tu huella en el mundo. Podríamos, entonces, definirlo de la siguiente manera:
El éxito proviene del progresivo cumplimiento de tus tareas más importantes para cumplir tu propósito de vida. La clave es descubrir un propósito de vida que cubra alguna necesidad humana y seguir un plan basado en la ejecución de las acciones más importantes. Es un viaje compuesto de acciones diarias que están en consonancia con tu propósito de vida. El objetivo es sembrar semillas para posteriormente recoger los frutos que te pertenecen, así desarrollas tu potencial al mismo tiempo que ayudas a los demás. Creando un ciclo virtuoso interminable.
Somos individuos únicos por lo que el éxito en cada persona tiene un propósito único, un aporte único al mundo y, por lo tanto, cada ser humano se desarrolla personalmente de manera única.
Eres único y tu viaje en la vida es único… enfócate más en vivir experiencias y mejorar tus relaciones con otros. El éxito está en el presente, no en el pasado ni en el futuro, está en el viaje que estás viviendo ahora mismo.
Aquí te comparto un video, es una invitación para pasar a la acción y hacer que las cosas ocurran:
L.Mn.