Los buenos hábitos son comportamientos automáticos que nos hacen ser más eficientes, y al ser automáticos nos liberan de energía mental que podemos utilizar en otras cosas.
Los hábitos son comportamientos que no requieren esfuerzo mental, son respuestas automáticas de las que no somos conscientes porque son producto de la automaticidad. Los hábitos gobiernan nuestro comportamiento, sin estar pensando en ello.
Los hábitos positivos engrandecen nuestra calidad de vida, por ejemplo, hacer ejercicio, leer, hablar algún idioma, comunicarse efectivamente, pensar de cierta manera, actuar siempre priorizando las situaciones, ser una persona sociable, etc. Los hábitos se adquieren a través del tiempo ya sea de manera deliberada o no. Se adquieren mediante la práctica habitual, es decir, la repetición y la constante exposición a ciertas actividades y circunstancias, que no necesariamente tienen que ser las mismas, sino que están encadenadas unas con respecto de otras porque tienen relación estrecha entre ellas. Se aprenden, practican y repiten hasta que se convierten en respuestas automáticas que terminan influyendo significativamente en nuestro comportamiento, lo realizamos sin tener que concentrarnos o tener que estar pensando en ello. Te das cuenta de que el hábito se ha formado cuando haces alguna tarea sin estar pensando en la misma porque entras en piloto automático, por ejemplo, cuando conduces un coche. Por lo tanto, los hábitos son la herramienta perfecta para construir e influenciar nuestra vida personal y profesional. Todo se simplifica… La vida se vuelve más sencilla porque muchas de las cosas que requerían fuerza de voluntad, esfuerzo y atención, ahora las realizas sin darte cuenta. Los hábitos simplemente facilitan la vida, evitan sobrecargar el cerebro con decisiones y acciones que pueden ser realizadas en automático. Lo cual significa que tendremos más tiempo y capacidad de concentración para enfocarnos en las cosas realmente importantes.
La fórmula para desarrollar nuevos hábitos es un proceso continuo de acciones diarias que moldean el pensamiento al mismo tiempo que inducen resultados diferentes, que poco a poco, se van alineando con los resultados que deseamos junto con el cambio de pensamiento que gobernará nuestro nuevo conjunto de creencias modificado. Son acciones a través de la repetición y práctica deliberada. Es un enfoque científicamente comprobado para aprender habilidades nuevas y desaprender otras. Se trata se incluir hábitos que afecten nuestro comportamiento en la dirección que queremos mediante acciones cotidianas que vayan en la misma dirección a nuestro pensamiento. Si cambias tu pensamiento sin acciones de nada sirve, si cambias tus acciones sin reflexionar sobre lo que verdaderamente te interesa conseguir, tampoco de nada sirve porque llegarías al lugar incorrecto. Pero si actúas acorde a tus pensamientos y te expones al entorno adecuado, entonces, tus resultados se comienzan a mover hacia donde tú quieres, hasta que tus pensamientos, motivación, acciones y resultados estén en consonancia. Y finalmente, esto hace que tu visión sea igual a tu realidad. Tomas un sueño, lo elevas, lo visualizas, te inflas de motivación y lo traes a la realidad con acciones diarias creando tus propios hábitos que impulsen los resultados y, por ende, tu propia realidad.
El líder minimalista se crea a sí mismo creando sus propios hábitos.
Líder Minimalista
Te dejo un par de videos del Dr. Mario Alonso Puig, quién ha dedicado muchos años de su vida a explorar y divulgar cómo potenciar las capacidades humanas para crear tu realidad.
Comienza poco a poco, paso a paso… pero piensa en grande, y verás cómo el tiempo hace su trabajo, cuando los hábitos que has creado se conviertan en parte de ti, de tu realidad. Los hábitos son la mejor forma de alcanzar tus metas.
L.Mn.