Obstáculos de la confianza

Para aumentar la confianza en ti mismo debes eliminar los obstáculos que impiden tu progreso. Recuerda que la confianza está relacionada con la expectativa de algún resultado que deseas alcanzar y que su desenlace será por tanto POSITIVO. Tal fin último tiene un impacto en tu motivación, ya que mantiene tu motor mental funcionando para aumentar gradualmente tu nivel de confianza. El flujo entre la confianza y la motivación ocasiona que estés motivado y comprometido para esforzarte y poseer la persistencia necesaria útil para lograr tus objetivos. La confianza permite que tu energía interna se reacomode a tu favor, hace que te enfoques y que trabajes con mayor concentración. La confianza te permite comenzar y no desistir. Los obstáculos más comunes con los que solemos toparnos son:

  • No lo intentas porque NO crees que puedes lograrlo. Has a un lado las suposiciones derrotistas, no te llevarán a nada y sólo te cerrarán la puerta. No te venzas antes de haber comenzado el juego.
  • Tener objetivos demasiado grandes e irrealistas. No tiene nada de malo tener metas grandes, pero hay que ser realistas. No hay nada más incómodo, frustrante, desmotivador y deprimente que una meta inalcanzable. Es necesario ser realistas para poder ajustar una meta grande a nuestra situación actual, así poder generar un plan que nos lleve paso a paso mediante acciones diarias a cumplir nuestros objetivos. La confianza viene y se mantiene de pequeñas victorias diarias que nos van acercando hacia ese lugar donde queremos llegar… de pensar en grande, ser realista y actuar en pequeño reiteradamente una y otra vez, disciplinadamente.
  • Culpar a los demás. La confianza es el arte de superarse, y superarse se basa en responsabilizarse de los propios actos. Culpar a otros solamente conduce a una pérdida de confianza. Tampoco tienes porque ponerte a la defensiva, es simple si no te atacan NO tienes porque defenderte.
  • Querer hacer todo solo. Si apoyamos a los demás es más fácil que ellos nos apoyen, pues se crea una especie de momentum positivo en el que ganan ambas partes. El trabajo es más fácil cuando lo hacemos mediante una red de apoyo, de colaboración y cooperación.
  • Pensar que todo saldrá perfecto. Hay que ser positivos, pero también realistas. En tu camino cometerás errores, habrá algunas pérdidas y problemas que resolver. Piensa en los extremos, cuál es el mejor escenario y cuál el peor; y piensa en las alternativas. ¡Actúa! no esperes a que todo sea perfecto, los errores son sólo aprendizajes que te preparan para lo que sigue.   

Siéntete orgulloso de ti mismo al tomar responsabilidad sobre tus propios actos. Pide disculpas por tus errores, pero jamás pidas perdón por lo que eres.

La humildad siempre es esencial para mantener un balance entre la arrogancia y la tolerancia excesiva, tanto para prepararte como para aprender de otros. Con humildad siempre se puede aprender de los demás, no importa de quién sea. La clave está en cómo lo enfoques.

Mejora la confianza en ti mismo, pero nunca caigas en los excesos… no dejes que la confianza se convierta en arrogancia, tampoco permitas que la humildad se convierta en complacencia. La arrogancia te ensordece y no te deja escuchar la retroalimentación de otros; la complacencia te ciega, entorpece tus decisiones y por ende tus acciones.

Los mayores obstáculos son mentales, y suelen ser las actitudes negativas que tenemos hacia los demás, las circunstancias y/o hacia nosotros mismos. Muchos de nuestros problemas son obstáculos mentales que solamente existen en nuestra cabeza y NO en nuestro mundo real. Los obstáculos son energía (negativa) mal enfocada, que podemos reenfocar con el fin de transformarla en energía positiva y usarla para progresar como seres humanos.

Nunca te rindas… es mejor hacerse cargo de uno mismo. 😉

L.Mn.