Cuando repetimos con frecuencia
ciertos pensamientos terminan convirtiéndose en creencias, estás creencias
provocan movimientos internos de energía a través de nuestras emociones
convirtiéndolas en acciones que van forjando nuestra conducta, actitudes y
hábitos que influyen en nuestras decisiones. Por eso, la calidad de nuestro
pensamiento determinará la calidad de nuestras decisiones. Y finalmente
nuestros hábitos y decisiones determinarán los resultados que logramos en la
vida. Por lo que, si queremos cambiar los resultados, debemos cambiar lo que
pensamos… y según sea la calidad del resultado buscado deberá entonces ser la
calidad del pensamiento que tendremos que instalar en nuestra mente. Realizar
estos cambios requiere crecer en consciencia y, para llevar a cabo todo este
proceso de crecimiento es importante gozar de suficiente energía, sí, así es,
de gestionar correctamente nuestra energía; convirtiéndose entonces en un
problema que puede resolverse con lo que se conoce como energy management.
Al final el tiempo y la energía son vitales en todo lo que
hacemos, pero principalmente la energía, pues todo está hecho de energía (al
menos eso dicen algunos físicos). Así que, en la medida de lo posible es clave
reducir nuestra actividad diaria para dedicar más tiempo al descanso. Lo
que será consecuencia de tener, hacer y acumular menos para estar, ser y
vibrar en la frecuencia adecuada (sentir la vida). El correcto descanso es
clave para lograr altos niveles energéticos, alta concentración, mejores
decisiones y sobre todo una mejor salud física y mental. Pero……… desmenucemos
entonces el tema del energy management.
Partamos del hecho de que, el tiempo es un recurso limitado y no puedes crear más de él, en cambio, la energía es un recurso renovable… y, aparentemente, hay más cosas que hacer que tiempo disponible. Incluso, aunque administremos bien el tiempo parece como si nunca hubiera suficiente. Pero que tal, si ahora, replanteamos el asunto… qué pasaría si en lugar de administrar el tiempo mejor gestionamos la energía. El secreto está en cómo invertimos la energía en intervalos de tiempo, pues cada actividad requiere de cierta cantidad de energía no más y no menos, entonces, la efectividad proviene no de la correcta administración del tiempo sino de usar adecuadamente la energía requerida para cada actividad, de esta manera, la actividad es realizada automáticamente en la menor cantidad de tiempo posible. Pero esto va más allá de una simple actividad, ya que implica, que dependiendo en cómo gestionemos la energía el resultado tendrá un impacto integral ya sea positivo o negativo en nuestra vida. Así es, la correcta gestión de la energía es la clave para llevar una vida digna como seres humanos y nos llevará a poner los frutos adecuados en nuestras manos para disfrutar lo que realmente importa y lo que realmente impactará positivamente nuestras vidas. La calidad de nuestra vida no depende de cuántos años vivamos sino de cómo los vivamos, y considerando lo que dicen los físicos, dado que somos energía ENTONCES dependerá de cómo usemos (gestionemos) nuestra energía. La atención, concentración, pensamientos, emociones, acciones, etc… toooooodo eso es energía y, por lo tanto, tiene consecuencias en el mundo físico (real). Para entender un poco mejor lo anterior, revisemos los 4 factores que tienen mayor impacto en nuestros niveles de energía y las prácticas recomendadas:
1) Factor de Energía Física.
· Descansa suficiente.
· Realiza ejercicio con regularidad.
· Come saludable.
· Consume snacks saludables cada 3 horas durante el día.
· Cuando trabajes en algo (intensamente) toma descansos de 5-10 minutos cada 1.5 horas… Te concentras FULL, descansas, y te vuelves a concentrar FULL, así sucesivamente.
2) Factor de Energía Emocional.
· Exprésate hacia otras personas con amabilidad y de manera positiva, ya sea de forma escrita o verbal.
· Procura ser empático. Ponte en los zapatos del otro. Usa cambios de perspectiva.
· Sé parte de la solución no del problema.
· Recuerda que no es lo que te pasa sino lo que haces con lo que te pasa lo que podría cambiar cualquier situación.
· Disminuye el estrés que puedan ocasionarte emociones negativas, mediante ejercicios de respiración profunda.
3) Factor de Energía Mental.
· Practica el minimalismo digital para reducir distracciones y tener mayores niveles de concentración en lo que realmente importa.
· Simplifica, organiza y ordena tu guardarropa. Puedes usar el método Proyecto 333 de Courtney Carver.
· Practica la reflexión al final del día, para ordenar la cabeza y mantener la atención en tus prioridades. De esta manera al día siguiente comenzarás con claridad, con la energía enfocada en tu prioridad más importante.
4) Factor de Energía Espiritual.
· Usa la energía solo en lo que es importante, por ejemplo, actividades que agregan valor, poner atención en tener una buena alimentación, hacer espacio para el ejercicio diario y sobre todo descansar bien. Da prioridad a conectar con las personas, principalmente con aquellos que más aprecias como la familia.
· Practica yoga o la oración con regularidad para disipar cualquier energía negativa de tu mente.
· Sé coherente la mayor parte del tiempo con tus creencias, con tus valores.
· Mantente dentro de esa zona de confort energético en la que te sientes efectivo y pleno, en todo aquello que te produce una sensación de energía de acción sin esfuerzo; la inspiración es el punto óptimo del uso de la energía. Esto significa hacer que lo importante sea lo más importante, y que lo menos importante sea irrelevante.
· Dale a tu vida sentido viviendo con propósito. Crea sinergia entre trabajo, vida personal y vive tus valores.
Además, también aprende a delegar
para sacarle el máximo provecho a tu energía. Identifica las tareas que te
energizan y te motivan, de aquellas otras que sólo te drenan sin sentido.
Aunque no siempre estarás en condiciones de delegar, siempre debes buscar la
manera de delegar todo aquello que te consume y no agrega valor a tu
efectividad energética. Puedes buscar personas que disfruten hacer las cosas
que no te energizan y llegar a acuerdos que beneficien ambas partes. Por otro
lado, dado que los niveles de energía pueden variar de persona a persona,
procura llevar apuntes para detectar los elementos principales que te energizan
y qué otros elementos deberías cambiar.
Cuando gestionas correctamente tu energía estás en mejores condiciones para lograr tus objetivos y metas, ya que evitas derrochar energía en cosas innecesarias o evitas usar más de la energía necesaria en cualquier actividad física y mental. De esta manera creas sistemáticamente un uso energético adecuado (flujo) y te sentirás más pleno, más productivo, menos exhausto, menos saturado, y, por lo tanto, más ligero… el tiempo es un recurso limitado, pero la energía es renovable y si la gestionas bien el resultado será un balance saludable entre el tiempo y la energía. Una persona energéticamente saludable es consecuencia del equilibro físico, emocional, mental y espiritual. Por el contrario, una persona insana es reflejo del desequilibrio en tales factores energéticos y tendrá como resultado un impacto negativo en su tiempo y energía… lo cual conduce al deterioro físico, emocional, mental y espiritual.
L.Mn.